2 años viviendo en una secuoya.

Julia Butterfly en la copa de Luna, una secuoya de 60 metros de altura.
Esta historia la lei por casualidad cuado tenia 12 o 13 años, era un listening del libro de inglés del instituto. A pesar de que era un muy breve resumen y aunque no controlaba demasiado el inglés, a medida que leía y traducía tuve que disimular y escoderme para que mis compañeros de clase no se dieran cuenta de que me era imposible contener las lágrimas.


"Luna es una de las milenarias secuoyas del bosque de la ciudad de Stanford en California. A finales de 1997 la Pacific Lumber Company irrumpió en la arboleda de 60 mil hectáreas para iniciar la deforestación de uno de los ecosistemas más importantes de la zona. Julia Butterfly Hill, una activista de 23 años, decidió interrumpir lo inevitable y encaramándose al árbol impidió la inminente tala. Pasó 738 días entre sus ramas y sin poner un solo pie en tierra obligó a la compañía maderera, tras durísimas negociaciones, a indultar el árbol y a todos sus hermanos cercanos. “Nadie tiene derecho a robar al futuro para conseguir beneficios rápidos en el presente. Hay que saber cuándo tenemos suficiente…” Julia Butterfly Hill en su libro “El legado de Luna”.
La vida en el árbol fue muy dura y cambió por completo a Julia. La idea era estar dos semanas hasta el relevo de un compañero. Pero éste nunca se produjo. Un pequeño equipo le suministraba con cuerdas y poleas los víveres necesarios para la travesía, incluyendo unos pequeños paneles solares para cargar el móvil con el que organizaba las entrevistas, captar adeptos para la causa o incluso hablar en directo con el senado norteamericano. Su pequeño hogar, a 50 metros de altura, consistía en una plataforma de 3 metros cuadrados cubierta por una lona impermeable, un pequeño hornillo, un cubo con una bolsa hermética para hacer sus necesidades y una esponja con la que recogía el agua de lluvia o nieve para lavarse.

-“[…] Sí, la Pacific Lumber comenzó entonces a talar árboles a mi alrededor. Aparecieron helicópteros que me echaban chorros de agua. Quemaron los bosques durante seis días, el humo destrozó mis ojos y mi garganta, y me llené de ampollas. Luego montaron guardias día y noche para que no me pudieran suministrar comida. Acabe amargada, chillando, dando golpes, al borde de la locura. […] Para consolarme pensaba en las familias de Stanford que a causa de la tala del bosque se inundaron y se quedaron sin casa… “ Julia Butterfly Hill . Entrevista para ‘La vanguardia’ Extracto del documental “Luna” (imágenes reales de la aventura). Earth Films


Pero lo peor estaba por llegar. En el invierno de 1998 una impresionante tormenta de más de dos semanas estuvo a punto de separar a Julia de Luna. Vientos racheados acabaron con la lona y empujaron a Julia hacia el vacío. Abrazada a la secuoya y próxima a la rendición, escuchó “la voz de la luna” recordándole que “sólo las ramas que son rígidas se rompen”. Abandonó entonces el apoyo estable para agarrar la inmadurez y flexibilidad de las verdes ramas más jóvenes que fueron las que, a la postre, resistieron el envite y con ello salvaron la vida de Julia.

Salvar esa tormenta supuso un cambio de actitud. Julia se deshizo del arnés y de los zapatos y se fundió con su entorno alcanzando su apogeo espiritual. No iba a volver a vivir con miedo. Una importante dolencia de origen vírico en los riñones la encaró de manera simbiótica, medicándose con extractos de plantas cercanas suministradas por su equipo. Conocía cada insecto, cada rincón de Luna y esto le permitió encarar con certeza y ventaja psicológica la negociación con los deforestadores que dejaron por entonces de llamarla “eco-terrorista”.
Grapas para sanar la herida provocada por los deforestadores que intentaron talarla.
El tiempo fortaleció la imagen activista de Julia y poco a poco fue ganándose el respeto y los apoyos de muchas organizaciones ecologistas y de los medios. El desfile de famosos que subieron al árbol a visitarla (Bonnie Raitt, Joan Báez o Woody Harrelson) fue tan grande como el impacto mediático del desafío.
El 18 de diciembre de 1999 Julia descendió de Luna con las manos verdes del musgo y los pies encallecidos, en medio de una gran ceremonia. Culminó con éxito las negociaciones con la maderera quién se comprometió no sólo a respetar a Luna y todos los árboles cercanos en un radio de 60 metros, sino a incluir una política medioambiental en todos sus futuros trabajos.

La exitosa empresa de Julia ha ayudado a prestigiar a toda una generación olvidada para el activismo verde tan de moda en los 60’s. La fortaleza física y mental que puede proporcionar el reto de conseguir los propios ideales debe ser ejemplarizante y suficiente para desenmascarar otras actitudes de pancarta y cacerola tan incoherentes como egoístamente confortables."

Fragmento del documental "Luna" que narra la gesta de Julia Butterfly


FOTOGRAMAS: "Dancer in the Dark"




Björk
Lo he visto todo
He visto los árboles
He visto las hojas del sauce
Bailando en la brisa

Yorke
He visto a un hombre muerto
a manos de su mejor amigo,
Y las vidas que se perdieron
pertenecieron antes a alguien.

Björk y Yorke

He visto lo fuí
se lo que voy a ser
Lo he visto todo
No hay más que ver

Yorke
Usted no ha visto los elefantes
Reyes o Perú

Yorke

Estoy feliz de decir
que tenía cosas mejores que hacer
 
Björk
¿Qué pasa con China?
¿Has visto la Gran Muralla?

Björk
Todas las paredes son estupendas
Si evitan que el techo se caiga


Yorke
Y el hombre con el que te cases
y la casa que compartas

Björk
Para ser honesta
Realmente no me importa

Yorke
Usted nunca ha visto
Las Cataratas del Niágara

Björk
He visto el agua
Es agua, eso es todo

Yorke
La Torre Eiffel
El Empire State

Björk
Mi corazón alcanzó lo más alto
en mi primera cita

Yorke
Y su nieto cogiéndole la mano
Mientras juega con su pelo

Björk
Para ser honesta
Realmente no me importa

Björk y Yorke

Lo he visto todo
He visto la oscuridad
He visto el brillo
En una pequeña chispa
He visto lo que he elegido
Y he visto lo que necesito
Y eso es suficiente
Querer más sería avaricia
He visto lo que fui
Y sé lo que voy a ser
Lo he visto todo
No hay más que ver

Yorke
Usted lo ha visto todo
Y todo lo que ha visto
Usted siempre puede revisar en
su propia pequeña pantalla
La luz y la oscuridad
Lo grande y lo pequeño
Hemos de tener en cuenta
No necesitas nada más

Björk y Yorke

Usted ha visto lo que fue
Y saber lo que va a ser
Usted lo ha visto todo
No hay más que ver


Canción para el 15M

Leyenda

Al amanecer,
algunos ojos ya eran de la oscuridad
y huyeron hacia las tinieblas del ayer
con un puñado de semillas por sembrar,
con un puñado de promesas por crecer
y amar.

Pero salió el sol
y se elevó sobre la tierra siempre más
secando el frío nocturnal, dando calor,
regocijando al mundo con su prodigar,
irguiendo al viento un poderoso corazón
de amar.

Y su luz subió
saltando las montañas, traspasando el mar,
regando el mundo con su cálida verdad,
su cálida razón, esparciendo la claridad
como una estación.

Era bello el sol
que se elevaba sobre el mundo siempre más,
con su destierro de nevadas, su canción,
su semillero en jubiloso despertar,
erguido al viento el poderoso corazón
de amar.

Y su luz llegó
al reino oscuro a las torres del ayer,
y la simiente arrebatada de su amor
sintióse renacer al contacto de su calor
y de su quehacer.

Luego al final,
a la hora en que se suponía atardecer,
sintieron que la luz quedó en su respirar
como una sangre de la atmósfera, un poder,
un pacto eterno con la claridad solar,
con ser.

Silvio Rodriguez (1978)